lunes, 27 de septiembre de 2010

Femenina




Hoy caminaba por la universidad con un par de amigas mientras sufría de los peores cólicos del siglo. Estábamos hablando de fruslerías y todo iba bien hasta que comenté que me dolían mis atributos femeninos, y obtuve esta réplica de una de mis amigas:

-          - Qué femeninos, lo único femenino que tienes son tus tetas, huevona.

Ok, eso era algo que no esperaba.  Así que lo primero que hice fue decirle en su cara pelada que se meta su feminidad por el poto.

Mentira. Bromilla Lourdesiana.

Pero bueno, ¿me molestó? Oh, sí ¿Es la primera vez que me dicen que no soy femenina? Pues no, pero sólo una persona me lo dice a veces y esa sería mi madre, y ella critica todo, TODO lo que tenga que ver conmigo, así que después de unos años he llegado al punto en el que prefiero ignorarla.  O al menos eso intento.

No lo dijo con mala intención, creo, pero igual fue jodidamente irritante. Yo no sé si soy femenina o no. A decir verdad, no estoy muy segura de cuál es la definición de una mujer femenina. Uso lipstick, me depilo las cejas, me encanta ir de compras, y bla bla bla. También me gusta jugar San Andreas, usar las poleras de mi hermano y a veces soy tan torpe que puedo pasar por tosca. Pero, ¿eso me hace poco femenina?

El suceso de hoy  me hizo pensar en mi pasado amoroso (escaso pasado amoroso). Tengo pavor al rechazo, por eso nunca demuestro cuando me gusta un chico, y los chicos a lo que yo les gusto usualmente no me atraen un ápice. Pero estoy segura (aunque en este momento no me puedo acordar de ninguno) que en algún punto me debe haber gustado alguien y yo probablemente intenté exteriorizarlo, sin éxito. ¿Será porque me vio como una mujer poco femenina? ¿La razón por la que he sido soltera en los últimos años se deberá a mi aparente falta de feminidad?

Am I so fucked up?

Debo admitir que las mujeres súper femeninas me irritan un poco. Las mujeres de voces muy agudas  no las paso, prefiero que tengan voces graves. Cuando una amiga está llorando usualmente no sé qué hacer, intento calmarla con bromas o palabras pero abrazarla me cuesta.  No me salen naturales esos gestos de cariño, en eso fallo. Me acuerdo que una vez en el colegio una amiga estaba hecha un mar de lágrimas porque acababa de terminar con su flaco y me lanzó una mirada de tristeza profunda. Era una mirada que claramente decía “necesito un maldito abrazo” pero yo me quedé inmóvil, parada donde estaba, sin abrir los brazos ni nada, era un poste. Otra amiga fue y la abrazó y la dejó llorar en su hombro. Me sentí un poco inútil ese día. El problema era que sí quería abrazarla, quería hacerla sentir mejor, quería decirle cosas bonitas para que deje de llorar… Pero no hice ni mierda.

Iba a hacer más largo este post, pero ya me olvidé de las otras cosas que quería escribir. Además tengo que estudiar para un control y hoy me quiero acostar temprano. Es sólo que… No lo sé, desearía poder descargar un manual online de “Cómo ser más femenina para que tu madre y tu amiga te dejen de joder”.

Una parte de mí está feliz tal cual es, y hasta quiere cortarse el cabello como Freja Beha  para tener un look más andrógino (cuuls). Pero la otra parte, la que se dio la molestia de escribir todo esto, desearía ser una lady, refinarse, suavizar sus movimientos, qué sé yo. Entonces, a quién demonios le hago caso. Yo no saber.

Y volviendo a la pregunta. ¿Soy femenina?

Wikipedia dice: “Se entiende por feminidad un conjunto de atributos asociados al rol tradicional de la categoría mujer. Algunos ejemplos de esos atributos son la comprensión, la debilidad y vulnerabilidad, la muestra de afecto, la educación y los cuidados de la descendencia, etc.”

Comprensión: Soy bastante empática, pero no sé que tan buena exteriorizándolo.
Debilidad: Odio mostrarme como una débil, aunque lo soy, en el fondo admito que lo soy.
Vulnerabilidad: ¿Es que esta lista está formada de cosas que odio mostrar?
La muestra de afecto: Fallo en esto, no soy de abrazar a mis amigas o decirles cumplidos. No es que no las quiera o las admire, es que a veces olvido demostrarlo.
Educación: Al fin algo que sí puedo jactarme de tener.
Cuidados de la descendencia: No hay descendencia.

 Aunque esa lista prácticamente diga que no, creo que soy lo suficientemente femenina, pero me cuesta demasiado exteriorizarlo. A veces siento que femenina equivale a vulnerable (y Wikipedia me acaba de dar la razón) y no hay cosa que odie más que sentirme vulnerable, abierta, frágil. Aunque tal vez debería permitirme más momentos de delicadeza mujeril. No sé si llegaré a ser la rosa delicada que mi madre se muere porque sea, pero después de todo, si tengo que sufrir con estos dolorcitos que me permiten el superarchifabuloso milagro de la vida, también merezco disfrutar de mi feminidad.

…Y toda esa basura del comercial de Kotex.








sábado, 25 de septiembre de 2010

If I were a boy, I'd write this shit

Comencemos.

Escena 1

Figuras en la oscuridad, sombras y brillos indefinidos, palabrería sin sentido. No es el calentamiento de un escritor anonado, es el inicio cuando nada es todo, y tus besos son fuego mudo.
Bailemos al compás del corazón biónico. Bésame otra vez. Necesito un recordatorio de esta noche, algo que me haga regresar de este trance, las luces y fragancias me están entumeciendo. Si tus manos dejan de dibujar memorias en mi piel, voy a caer. No me sueltes nunca, no me dejes nunca, nunca es hoy.

Escena 2

Tus dedos se desprenden de los míos, tus labios se alejan, ya no siento tu fragancia. No… Soy un niño necesitado, no te vayas. Tú eres muda, pero podría jurar que oigo el sonido de tus tacones al alejarte. Estiro un brazo desesperadamente, te has vuelto aire.
Nuevamente me hundo en el trance idílico al que estoy acostumbrado. La atmósfera baila alrededor mío y el recuerdo que tú has dejado me eleva al infierno.  No, el trance es inútil, no puedo dejarme llevar cuando mis ojos no hacen más que buscarte.
Regresa… Iré por ti.

Escena 3

Una barrera de piel y sudor es todo lo que tengo que atravesar. No, no una, cientos de ellos.  Y yo sé que tras esta masa de cuerpos móviles pero inconscientes estás tú. Sólo te pido: Déjame buscarte, permíteme encontrarte, no puedo hacerlo sólo.
No camino, floto. Floto en un crisol compacto, guiado por un instinto animal y un deseo que se desprende de mis poros. Y tal vez algo más, pero sólo lo sabré si me vuelvo a hundir en esas lagunas celestes que decoran tu rostro.
Un hormigueo recorre todo mi cuerpo y siento la necesidad de hacer algo estúpido y magnífico. Te he encontrado. Estás rodeada de inconscientes, te voy a rescatar, y luego tus labios me salvarán de mí mismo. Por ahora sólo quiero conocer tu voz, ansío escucharte.
¿Puedes ser mía? ¿Puedo cortarte las alas? ¿Puedo encerrarte en mí?
Rechazo mis líneas y me paro frente a ti.

“Quisiera una escena más, por favor”

Epílogo

No hubo una escena más. Me dedicaste un segundo de tu mirada y volviste a enterrarte en brazos más fuertes, en labios más violentos, en un deseo más básico que el mío. Me tragué mis ilusiones y quise girarme. No conocí tu voz, no le prestaste atención a la mía.
Te levantaste y dejaste a tu captor, el cual se derritió en la silla, complacido. Tu perfume inundó mis pulmones, pero pasaste de largo, subiste al escenario y una luz se iluminó sobre ti. Maldición, eres un ángel endemoniado.
No fue hasta que te desprendiste del vestido, del corpiño y de las medias que lo comprendí. Y no fue hasta que abrazaste al tubo como me habías abrazado a mí que tuve las fuerzas de desviar la mirada.
Me fusioné con la masa inconsciente y me hundí lentamente en los murmullos rítmicos del corazón biónico. Quisiera perder el sentido común. Quisiera perderme a mí mismo. Me encantaría arrancarme la cabeza.
Figuras en la oscuridad, sombras y brillos indefinidos, palabrería sin sentido. No son los delirios de un escritor lacerado, es el final cuando todo es nada, y las pulsaciones de tu cuerpo son lo único que tiene sentido.

Fin.